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Santos y demonios está ahora en http://www.santosydemonios.com.ar
jueves, abril 29, 2004
.:: De la pureza de la raza II ::.  
"La pureza también está en la mezcla" le dijo Gooren a Stratsky. Stratsky lo miró con desconfianza.
"Para comprobarlo, Stratsky, haga lo siguiente: cuando se sienta tranquilo (los experimentos requieren tranquilidad y paciencia) junte dos átomos de hidrógeno con uno de oxígeno".

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 04:19
miércoles, abril 28, 2004
.:: De la pureza de la raza ::.  
(ó la Historia de una mentira)

NdA: Uní los posts para facilitar la lectura


Todo es mentira en este mundo, todo es mentira la verdad... (Manu Chao)

Escena I - El comienzo

María Anna Schikelgruber confiaba mucho en los hombres. Éste, en especial, que conoció en la taberna, le había resultado demasiado simpático. El hombre jamás había revelado su nombre completo, aún así, esa noche en que ella se entregó llevada por la seducción y las promesas del recién conocido, quedó grávida de forma inexorable. Al otro día ella lo esperó para tomar el té, así habían combinado, pero él nunca apareció. Lo vio ese mismo día en la taberna, la primera imagen de él le causó alegría. Enseguida descubrió que no estaba solo, no conseguía entender. Pasó a su lado, lo miró a los ojos, el hombre dio vuelta la cara y le dio la espalda. Con la poca dignidad que le quedaba de reserva y entre ataques esporádicos de llanto, se fue, nunca más volvió. Nueve meses después, nacía Alois, de una María Anna soltera y triste.

Escena II - La verguenza

Ella no quiso llamar Schikelgruber al recién nacido. Vecinos del barrio comentaron su actitud y la razón de ella, “si el crío tiene un apellido distinto, no parecerá que es hijo de madre soltera” decían algunos. Otros atribuyeron el cambio a que Schikelgruber era demasiado vulgar y no quería que su hijo espurio tuviera otro problema además de la carencia de padre. Lo cierto, es que un tío de María Anna, debido a sus repetidos ruegos -y para no escuchar más su llanto-, cedió su apellido al púber.

Escena III - El martirio

Alois creció con una infancia en la que la estructura familiar ortodoxa que exigía la sociedad austríaca no encajaba en su vida. Como adulto tuvo un carácter difícil y tres matrimonios. Los dos primeros sucumbieron por su naturaleza agresiva, en su fuero íntimo no perdonaba a su madre por su origen y formó una definición propia de hombre que resultaba insoportable para sus parejas. El tercer matrimonio fue con una mujer veintitrés años más joven que él: Klara Polz. Esa unión originó un hijo que fue víctima desde pequeño de la naturaleza violenta de Alois, recibía palizas diarias y el único amparo que tuvo fue su madre. Sucedió que Alois tampoco perdonó a su propio hijo el hecho de tener un padre, el que él nunca había tenido.

Escena VI - La salida

Alois quería que su hijo, tal como él era, fuera funcionario público. Pero el sueño del adolescente consistía en dedicarse al arte, la pintura, y algún día ser reconocido. Este conflicto ocasionaba discusiones frecuentes donde el muchacho era martirizado, torturado psicológicamente y golpeado. Antes de que el joven acabe su adolescencia, Alois muere. Este facto no causa tristeza ninguna en el entorno familiar, por el contrario: una puerta hacia la libertad se abre para el adolescente y con el apoyo de su madre se presenta como postulante para estudiar en la Academia de Bellas Artes de Viena.

Escena V - Muere Klara

Adolf es rechazado en la Academia dos veces, dos años consecutivos, su madre Klara muere en 1907, Adolf se abandona a la pereza y a la música de Wagner. Es llamado a cumplir el servicio militar, lo elude escondiéndose en Viena durante tres años.

Escena VI - Válvula de Escape

En esta escena se transmuta el odio de Adolf a través de la I Guerra Mundial en la que se alistó como voluntario, descubre que es bueno con la violencia, sus compañeros lo respetan, es efectivo en la lucha, todo ese odio hacia su padre comprimido en su niñez y adolescencia tiene una válvula de escape, el enemigo es inventado, podría haber sido cualquiera, pero lo más importante para este hombre frustado es tener un blanco donde saciar su violencia, una violencia que le fue legada y que no tenía para dónde escapar hasta ese momento.
Esta escena podría haber sido distinta si hubiere sido aceptado en la Academia de Artes y hubiere sido reconocido como artista, tenía todas las cualidades: no hay arte sin sufrimiento.

Escena VII - Odio

Adolf siempre supo de la historia de su abuela María Anna Schikelgruber.
También supo que su padre nació de un engaño.
También supo que la probabilidad de que su abuelo fuera judío era altisima, de hecho ya consideraba este detalle como un facto insalvable.
¿Por qué Adolf odiaba a su padre?
Ese hombre que lo maltrataba no merecía respeto y sus características eran:

- Era hijo de madre soltera (sinónimo de prostituta en la época).
- Era hijo de un judío.

No había lugar para esa raza en Alemania que era la "promotora" de su vida de niñez y juventud desgraciada, era el motivo de esa herida interna que jamás cicatrizaría.

Este detalle provocó que Adolf se uniera a un partido radical en Alemania, el DAP (Partido Obrero Alemán).

Escena VIII - Padre, aquí tienes a tu hijo.

Antisemitismo, en el mundo, existió siempre, desde la época del faraón Amenotek en Egipto (lo que generó el éxodo de los judíos a través de Moisés). Hitler lo llevó a un extremo al que nunca había llegado. Con la excusa de que la raza aria no admitía mezcla ninguna se dispuso a elminar todo lo que suponga riesgo para la pureza racial. Una pureza de la que él no formaba parte.

Escena Final - El último fracaso

Lo cierto es que Hitler, luego de un triunfo parcial de sus objetivos donde murieron, fueron torturadas y mutiladas decenas de miles de personas, comienza a perder el control sobre su nación, vé sublevaciones por doquier, amenaza con ejecuciones sumarias a sus subordinados y comienza a reclutar niños como soldados. Se acercaba una revolución, una revolución que no llegó a ver ya que se suicidó el 7 de mayo de 1945 junto a su más distinguido colaborador Goebbels y su esposa Eva Braun. En su lucha de vida contra su padre se perdió dentro de esa mentira gigante que resultó en una demostración de barbarie infinita, como fue la inquisición en el medioevo, y en estos tiempos modernos es la invasión de Bush y la crueldad y sed de sangre de Sharon (tamaño animal), pero esas, aunque no menos irracionales, son historias de otras grandes mentiras que, por ahora, no vienen al caso.

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 21:48
lunes, abril 26, 2004
Lo lograron.

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 18:11
.:: San Nicolás, 1997, de noche frente a la laguna. ::.  
- ¿Creés en Dios? Me preguntó.
- No sé.
- Cómo no sabés, alguna posición al respecto tenés que tener.
- Sí, claro, mi posición es la siguiente: no tengo fe.
- Ah, entendí, entonces no creés.
- No entendiste absolutamente nada. “No creer” como "creer" son expresiones de fe del mismo tamaño.


[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 12:44
domingo, abril 25, 2004
.:: Sócrates y Platón II ::.  
"Yo sólo sé, que no sé nadar" le dijo Sócrates a un joven Platón en un paseo por Atenas mientras miraba en dirección al Mar Egeo. Platón, ese día, estaba con un fuerte dolor de oídos.

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 11:28
.:: Sócrates y Platon ::.  
Hoy (fue escrito el sábado) de mañana, como costumbre sabatina, bajé las escaleras de casa y me senté en la escalinata del portal. Es que en realidad vivo en una "quase favela" de la Bahía de Todos los Santos, es una villa (no miseria, sino aggiornada) de pescadores.
En las aguas de la Bahía hay camarones, langosta, Sirí, Pulpo, Atún, Vérmelo, Pescada Amarela y un sinfín de especies de habitantes submarinos que son muy bien recibidos por el público en general. Es común ver a los pescadores con carretillas pela rua ofreciendo el fruto de su trabajo. Hoy no fue distinto, Renivaldo (se presentó así) me ofreció unos atunes recién salidos del agua salada y no me resistí a la tentación, le compré uno de casi dos quilos. Pidió permiso, se sentó al lado mío y comenzó a hablar de su vida: que había venido del interior y que aunque la vida no era un lecho de rosas, su trabajo le alcanzaba para mantener a él y a sus tres hijos, sin grandes lujos, y cuando comenzó a explayarse mi atención hacia él se desvaneció, en realidad no quería perder el hilo de lo que estaba pensando antes de su aparición. Realmente habrá notado ese detalle por lo que, en cierto punto de su relato se calló y se quedó mirando para otra dirección. Se produjo un silencio, quizá incómodo para él, nunca para mí ya que estaba volando con varios conceptos en mi cabeza y cuando estoy concentrado para mí no existe entorno alguno. Luego de algunos minutos Renivaldo se levantó y me comunicó que se iba, le pedí disculpas por la falta de atención, y ahí se animó, me preguntó cuál era mi problema. Le dije que no tenía ningún problema, que sólo estaba pensando en la vida, que no me prestara tanta atención, que pase el sábado que viene así conversábamos un rato. Levantó la vista, miró para ambos lados, levantó su mano derecha, me apuntó con el dedo y me dijo en un portugués bien regional: "No me subestime, Ud. cree que yo soy ignorante y no sé de nada porque soy pescador y pobre". Tengo que confesarles que en cierta manera, me descolocó. Por otro lado me dio rabia, no soporto que nadie levante su dedo en mi dirección y me amenace, me salió el "bruto" que llevo dentro y ese bruto provocó una actitud agresivo/morbosa que me indujo a atacarlo y herirlo, por lo que, con la mayor de mis soberbias le dije: "De acuerdo Renivaldo, le voy a decir lo que estaba pensando, me gustaría ver en qué Ud. podría ayudarme: Pensaba en Sócrates, Platón y Aristóteles" (lo que era absolutamente cierto, aunque esa confesión guardaba una maldad implícita, si no hubiere sido por el dedo quizá hubiera respondido "no es subestimación, sino que son cosas personales, discúlpeme"). Renivaldo me miró con el ceño fruncido (no sé decirlo de otra manera), le agradecí de nuevo, le dije "hasta el sábado que viene", y miré para el lado de la Bahía. Él no se fue como yo había previsto, sino que se sentó de nuevo, ahí realmente casi entro en cólera, me pareció una invasión y un abuso. Me dijo: "Argentino (así me llaman falazmente en el barrio), ¿quiere que le confiese una cosa? Se comenta en el barrio hace mucho tiempo". Ahí pensé "puta que lo parió, odio el chusmerío barato", pero podría suceder que estuvieran hablando idioteces de mí, nunca faltan los comentarios entre vecinas que no tienen nada que hacer más que meterse en la vida de los demás, por lo que la curiosidad acabó por ganarme. "Dígame", le dije ya con la cara tensa. "Mire, se comenta… no es nada que se tome como cierto, pero…". "¿Sí? Hable hombre!"."Se dice que en realidad Sócrates nunca existió. Parece ser que, en verdad, fue el Alter Ego de Platón". Lo soltó así, sin anestesia y se quedó callado, con los ojos vidriosos y la mirada perdida en la Isla de Itaparica. Por mi parte, no me animé a mover un músculo, aún intentaba digerir lo que había acabado de escuchar. De repente se personificó en mí (no podría definirlo de otra manera) el alma de la "vecina chusma", sólo quería saber el cómo se llegó a una conclusión de esas y cómo era posible que el barrio se hablara de Sócrates y Platón, le dije: "Ahora no me va a dejar así, expláyese por favor". "Sí. Doña Irene me lo confirmó el otro día y me dio todos los detalles. Platón, en la mayoría de sus libros, como Ud. debe saber, presenta a un Sócrates que es el interlocutor de sus ideas (que en teoría él mismo aprendió del supuesto Sócrates) ¿Cómo es posible, que ese personaje tan comentado -aún en el presente- no haya escrito ni un libro ni dejado ningún legado propio? Lo que de él conocemos es por medio de Platón o de otros alumnos, nunca de su propia palabra. No será que ese Sócrates era el instrumento de todos esos aspirantes a filósofos como para poder dar una credibilidad mayor a sus dichos de la especie 'No soy yo quien lo dice, fue Sócrates', supongo que habrá oído hablar de Fuente Ovejuna, supongo que Lope de Vega sabía del caso". Confieso, que por lo menos, llamó fuertemente mi atención, pero no la podía dejar pasar así, sin más. "Renivaldo", le dije con la tranquilidad de un profesor hacia su alumno, "¿Ud. conoce la 'Apología de Sócrates' donde cuenta el juicio que fue hecho contra su causa y el desenlace?". Me pidió un Hollywood. "Claro, fue el broche de oro. Había que matar al ídolo de alguna manera para reforzar el mito, y la muerte que Platón escogió para él fue trágica, aunque forzada y poco creíble. Aquí nadie se tragó esa historia de la cicuta. Luego, para redimir al personaje, inventa la visita de un tal Critón que puede salvarlo, pero no, el héroe escoge la muerte y encima le dice que le debe un gallo a Esculapio lo que fue una manera de agradecer su propio destino (Nietzsche evoca esta acción como el derrumbamiento de la base de la estructura Socrática -La Gaya Ciencia-, hay otra versión interesante que dice que cuando Sócrates estuvo enfermo había prometido el famoso gallo pero nunca había cumplido). Ni el cristo de los cristianos, tres siglos más tarde, actuó de esa manera. Ese cristo rogó al padre y le dijo que si había manera de evitar aquel calvario se anotaba primero en la lista, una actitud mucho más loable, humana y creíble". En ese momento se levantó, "¿Ya se va? Espere que…" no me dejó terminar la frase. "Tenho que ir embora, patrão, já é tarde, passo aquí a semana que vem?". Sí, pase, fíjese si para la próxima consigue algunos camarones a ver si convenzo a la patrona para que haga una moqueca. "Certo, bom dia, até mais". Me levanté yo también, subí las escaleras y me preparé para el desayuno.

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 03:37
sábado, abril 24, 2004
Platón y Aristóteles

¿¿¿Y???

¿Qué hay de nuevo, viejo?

Hace más de dos milenios que seguimos citando a Platón y a Aristóteles.

¿Será que é assim mesmo?

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 22:04
.:: Padre e Hijo ::.  
Este año se celebra el centenario del nacimiento de Franz Kafka. Durante meses rehuí invitaciones para escribir o hablar sobre el asunto, por pereza o, más seguramente, por timidez, pues la verdad es que Kafka me ha acompañado desde hace mucho tiempo, y que me gusta recordar que allá por 1950 un grupo de escritores, entre los que se encontraba Juan José Arreola, más tarde su admirador incondicional, habíamos instituido un premio de 25 pesos (moneda nacional) para quien fuera capaz de leer El proceso, y de demostrarlo; o releer las aventuras del adolescente Karl Rossman en América (mis preferidas); o evocar las ocasiones en que he estado en Praga y he ido a ver con cierta fascinación el segundo piso en que Franz vivió con su familia y en cuya esquina hay una cabeza suya de hierro con dos fechas. Y desde ahí, desde un ángulo propicio, contemplar el castillo, allá lejos pero al mismo tiempo cercano, imponente y misterioso; y después ir a la casita de la calle de los Alquimistas, en la que ahora se sabe que Franz no vivió y que antes era conmovedor imaginar como la casa en que había vivido ascéticamente y escrito sus interminables postergaciones.
Yo mismo me sobresalté la otra tarde cuando en la sala de conferencias de la librería Gandhi, y ante un público compacto, atento y vagamente intimidatorio, junto al señor Nudelstejer y Jennie Ostrosky, me vi finalmente opinando sobre Franz y su vida y su obra, después de, en un descuido, haberme comprometido a hacerlo, como siempre con la esperanza de que el día que uno acepta para presentarse en público no llegará nunca si el plazo fijado se va partiendo en mitades, una vez tras otra, hasta el infinito, como en cualquier y vulgar aporía de Zenón. Pero como no falla que los demás saben indefectiblemente más que yo sobre cualquier tema, para salir con cierta cara del paso me concreté a leer dos o tres cosas que años antes había dedicado a Kafka y que llevé en calidad de manto protector, y finalmente aproveché una pregunta del público para declarar en serio, y creo que hasta con énfasis, que en el pleito de Kafka contra su padre yo estaba de parte de este último. Al principio hubo algunas risas, pero estoy seguro de que los asistentes con hijos mayores comenzaban a estar de acuerdo conmigo cuando Jennie Ostrosky, siempre inteligente y en su papel de moderadora, dio por terminado el acto.


Fragmento de "La Letra e" de Augusto Monterroso

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 17:13
jueves, abril 22, 2004
.:: De abril, la guerra, la patria, y otros demonios... ::.  
Les tocó en suerte una época extraña. El planeta había sido parcelado en
distintos países, cada uno provisto de lealtades, de queridas memorias, de un
pasado sin duda heroico, de derechos, de agravios, de una mitología peculiar,
de próceres de bronce, de aniversarios, de demagogos y de símbolos.

Esa división, cara a los cartógrafos, auspiciaba las guerras. Lópes había
nacido en la ciudad junto al río inmóvil; Ward en la ciudad por la que caminó
Phader Brown. Había estudiado castellano para leer El Quijote.

El otro profesaba el amor de Conrad, que le había sido revelado en un aula de
la calle Viamonte. Hubieran sido amigos, pero se vieron una sola vez cara a
cara, en unas islas demasiado famosas, y cada uno de los dos fue Caín, y cada
uno, Abel.

Los enterraron juntos. La nieve y la corrupción los conocen.

El hecho que refiero pasó en un tiempo que no podemos entender.


Jorge Luis Borges
"Los Conjurados", 1985.

Me pasaron por la cabeza un par de pensamientos extrañamente normales a través del texto de Borges que me recuerda aquella nefasta guerra. Digo extrañamente normales porque, espero que valga la redundancia, son extraños (nadie repara en ellos) y a la vez normales (estudien el raciocinio que voy a exponer, van a ver que es natural y muy obvio, no proviene de investigación alguna sino de una lectura fácil de la realidad, sin mucha retórica ni vuelta dialéctica), vean:

- No tengo absolutamente nada en contra de los ingleses (estoy hablando de la gente, no de los gobernantes), quienes tomaron la Isla fue un grupo pequeño de personas que vivieron en otro siglo y no tienen nada que ver (sólo descendencia) con las personas que viven ahora en Inglaterra (disculpen la obviedad, que una cosa sea obvia no significa que siempre esté a la vista).
- El texto de Borges -brillante- representa con absolutismo la idea que siempre tuve de las guerras (y nunca lo había leído, me sorprendió): Dos personas, civiles, viven en dos "países" distintos, no se conocen y hasta quizá tienen gustos en común, podrían haber sido amigos. La primera vez que se ven la cara (aún si llegan a vérsela!) es para enfrentarse (enfrentamiento de muerte) uno al otro, y todo eso porque un individuo al que tampoco nunca le vieron la cara en persona -y que en ese momento está completamente a salvo- lo decidió en algún momento sin la participación de ninguno de ellos. Sencillamente irracional y ridículo.
- ¿La idea de "patria" será una falacia? Rosseau escribió en su “Contrato Social”: “a partir de que alguien alguna vez dijo por primera vez ‘esto es mío’ se fundó la primera Sociedad Civil de la que hoy formamos parte”. Todo por causa de Poder, sólo que todos los que vinimos después fuimos y somos obligados a absorber una cultura que no tuvimos opción de elegir, a respetar leyes que nunca erigimos, a enfrentarnos a personas que no tienen por qué ser nuestros enemigos, y, a cambio, nos ofrecen “bienestares” que no sólo no son tales, sino que nunca pedimos. El amor a la patria y la formulación de límites (religiosos, étnicos o de cualquier tipo) es desamor, es guerra, un enfrentamiento antinatural y que no da ningún beneficio, sólo destrucción y más odio (¿alguna duda de eso en estos tiempos modernos?).
- Si aún no nos conformamos, vayamos a decirle a los indígenas -o aborígenes, mejor aún- (que fueron masacrados y esclavizados y hoy llamados despectivamente como “cabecitas negras”) que la Patagonia, Tierra del Fuego, Malvinas y etcéteras son Argentinas (ni siquiera deberíamos creer eso, son de los terratenientes de turno y ningún beneficio recibe la masa argentina por esas tierras si no paga por ellos), pero vayamos con un argumento muy fuerte, dialéctico (y aún así será falaz) porque no se lo van a creer tan fácil (eso sí, no hablemos de nuestro lema “Las Malvinas Son Argentinas” -ni nuestras razones del lema- que sino nos quedaríamos expuestos). Mejor aún, no les digamos nada, “shhh”, que ya se olvidaron y todavía mucho mejor para nosotros: hoy en día la mayoría continúa discriminado, esclavizado, ni siquiera tiene derecho a una educación decente o a un desenvolvimiento personal digno e igualitario, acaban como empleados de segunda (y de cuarta), policías o criminales. Y no nos olvidemos de esas perlitas argentinas que utilizamos para mantenerlos en su sitio (porque somos muy inteligentes), cuando aparece uno (que no tuvo derecho a una educación decente y su adaptación al medio con lo que tiene en la mano es inevitable) llamémoslo “Negro de Mierda”, o cuando haga alguna cosa impropia digamos “Tenía que ser negro”, es mejor así, los rebajamos más y no van a incomodarnos con idioteces de soberanía de la Patagonia.
- Más aún? Vayamos a decirle a los habitantes de Malvinas (que hoy son los verdaderos dueños de las Islas) que las islas son Argentinas, tratemos de explicarles: con justísima causa no quieren saber de nada (los entiendo, yo tendría la misma actitud, mucho más aún después de que vinieron unos descerebrados a interrumpir mi paz y a amenazar la vida de mi familia y mis hijos con armas, guerras, destrucción y barbarie. Cuidado, no hablo de los pobres soldados adolescentes a los que le vendieron un cuento de hadas y terminaron mutilados y enterrados, sino de los verdaderos descerebrados que todos conocemos).
- Para concluir, nadie eligió dónde nacer (ni siquiera elegimos nacer). Quien sea judío, por ejemplo, lo es porque nació en una familia judía, si hubiera nacido en una familia musulmana, tendría grandes posibilidades de seguir la religión de Mahoma, por consecuencia, los enfrentamientos son creados por una sociedad que creó odios ancestrales de los que resulta ridículo hacerse cargo, nuestro mundo es el presente, no vamos a enfrentarnos al vecino de al lado porque el tátara abuelo de él orinó en el jardín del nuestro, mucho menos cuando ni ese vecino ni nosotros habíamos nacido en aquel momento, no existe ni un ápice de culpa para ninguno de los dos por aquel acto realizado haría un siglo.

Para terminar, me gustaría compartir un cuento de Fernando Bonsembiante que en parte ilustra este post:

La tardecita de los dioses

El poderoso guerrero se inclinó ante el altar de Azatoth. Miró las llamas rojas, crepitantes, que estaban consumiendo su ofrenda. Había estado toda la tarde persiguiendo a ese cabrito salvaje a través de los verdes prados. El animal era mucho más rápido que él, en la llanura cubierta de esos pastizales verdes y largos. El guerrero avanzaba duramente atravesando la maleza y el cabrito saltaba como burlándose. Sólo al caer la oscuridad que traía a las brillantes estrellas, el cabrito se cansó y el guerrero pudo obtener su preciado trofeo. Ahora se quemaba con un olor penetrante en la cálida hoguera que había encendido trabajosamente, frotando dos piedras como le había enseñado el sacerdote en su lejano pueblo. A la distancia veía otra hoguera, y por el olor que le traía el viento, el sacrificio era de aves silvestres, un olor característico a plumas quemadas llegaba intermitentemente con el suave soplo del viento. Era un sacrificio dedicado a Belzebu, estaba seguro. Su enemigo estaba cerca y los dos estaban encomendándose a sus dioses para la batalla de mañana. Sabía que había sólo dos opciones, la muerte o la victoria, y su dios estaría satisfecho sólo con una de ellas. Era un dios cruel pero justo. A la mañana siguiente, con el primer toque de los cálidos rayos del sol sobre la piel, se vistió con una armadura de cuero y cobre, se ungió la piel con un aceite oloroso y espeso, y enfrentó el destino. Su enemigo lo estaba esperando, con la armadura brillando bajo el sol del amanecer y una espada desenvainada, que le pareció increiblemente larga y brillante. En sus ojos vio su propia muerte y tembló. Avanzó como si no tuviese temor, sacó la espada, y lucharon. Su enemigo no tardo en darle un golpe que le dejo inutil el brazo con el que sostenia la espada. Luego lo empujó de una patada, y ya en el piso, le corto la cabeza, diciendo ' Gloria a Belzebu, el dios más poderoso'.

En otro plano de la realidad, mientras tanto, Azatoth tomaba un cafe con Belcebu. 'Otra vez me ganaste', dijo. 'Espero que seas misericordioso conmigo y no me obligues a invitarte a cenar otra vez a un lugar tan caro' 'No te preocupes' dijo Belzebu, 'invitame al cine y listo, hoy es miércoles y hay descuento. Como verás, mi misericordia es tan infinita como mi sabiduria.'


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# escrito por drádego @ 12:13
miércoles, abril 21, 2004


¿Yo soy yo? Sí, soy yo.

Para los que me preguntaron acerca de la foto de ese muchachito sensual que aparece a la izquierda de la pantalla, sí, soy yo. Ya sé, les adivino el pensamiento "qué cara de carolo", bueno, es lo que hay. Hay otros que me preguntaron "¿pero de cuándo es esa foto?", les voy a contar la historia:
Año 2001, en algún lugar del culo del mundo (Hoy sigo en el culo del mundo pero me cambié de grano para las tierras de Doña Flor). En aquel tiempo trabajaba como CTO de una empresa que había llegado hacía poco tiempo a Argentina, la cuestión es que estaba bien solterito sin ganas de ningún tipo de compromiso formal, tenía departamento nuevo (a pesar de ser un gran pelotudazo, anteriormente vivía con mis señores padres), y en consecuencia, me había dedicado a la colección de amigas señoritas para compartir momentos agradables. El plan fue evolucionando hasta que llegué a un site muy popular en la época: "Te Busco" de ciudad digital, donde se podían rescatar algunas ninfetas para tan loable propósito. Claro, la presentación tenía que ser con foto, "sino no te dan bola" rezaba la sabiduría popular experta en estos menesteres, entonces, armado de una flamante Mávica que había comprado cuando el dólar me lo hubo permitido (en esos días precisamente, antes de la bomba atómica de diciembre), me dispuse a sacarme algunas fotos en el baño de casa. Con la Mávica en la mano, ensayé varias posiciones frente al espejo en las que los músculos faciales hacían su parte, uno de los productos de aquella auto-sesión fotográfica fue el adefesio ese que ilustra este maravilloso blog. Luego de casi tres años de aquel evento (la vida nos depara sorpresas) mi vida cambió un poco, después les cuento...

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 22:12
martes, abril 20, 2004
.:: José Saramago - El Evangelio según Jesucristo ::.  
El Evangelio Según Jesucristo

Es una delicia leer a José Saramago, su prosa es asaz innovadora e incomparable, posee un estilo tan personal que no admite reconocimientos de influencias inmediatas. Para los que gusten de visiones alternativas de una realidad lejana e irreconstruible, es absolutamente recomendado, para los que leyeron los cuatro evangelios de Lucas, Juan, Mateo y Marcos, no pueden perderse el evangelio de Saramago (según Jesucristo, claro).
El autor consigue humanizar a Jesús como nunca antes, le agrega una credibilidad fuera de la fe, supongo que, desde este punto de vista, es más creíble que las exposiciones de aquella época (aún a sabiendas de que es una novela y tomemos en cuenta que el primero de los cuatro evangelios fue escrito ochenta años después de la muerte de Jesús, y el último ciento cincuenta años después).

Las partes salientes del libro (las que no son salientes son aún brillantes) son: (1) la introducción, donde relata un cuadro del Jesús crucificado y (2) la reunión (cerca del final del libro) de Jesús con Dios y el Diablo en una barca, un diálogo dialéctico al mejor estilo platónico donde muestra las debilidades de uno y otro.

Como presentación, voy a compartir algunos párrafos de esa introducción:




Tiene sobre la cabeza, que resplandece con mil rayos, más que el sol y la luna juntos, un cartel escrito en romanas letras que lo proclaman Rey de los Judíos, y, ciñéndola, una dolorosa corona de espinas, como la llevan, y no lo saben, quizá porque no sangran fuera del cuerpo, aquellos hombres a quienes no se permite ser reyes de su propia persona. No goza Jesús de un descanso para los pies, como lo tienen los ladrones, y todo el peso de su cuerpo estaría suspenso
de las manos clavadas en el madero si no le quedara un resto de vida, la suficiente para mantenerlo erguido sobre las rodillas rígidas, pero pronto se le acabará, la vida, y continuará la sangre brotándole de la herida del pecho, como queda dicho. Entre las dos cuñas que aseguran la verticalidad de la cruz, como ella introducidas en una oscura hendidura del suelo, herida de la tierra no más incurable que cualquier sepultura de hombre, hay una calavera, y también una tibia y un omóplato, pero la calavera es lo que nos importa, porque es eso lo que Gólgota significa, calavera, no parece que una palabra sea lo mismo que la otra, pero alguna diferencia notaríamos entre ellas si en vez de escribir calavera y Gólgota escribiéramos gólgota y Calavera. No se sabe quién puso aquí estos restos y con qué fin lo hizo, si es sólo un irónico y macabro aviso a los infelices supliciados sobre su estado futuro, antes de convertirse en tierra, en polvo, en nada. Hay quien también afirme que éste es el cráneo de Adán, ascendido del negror profundo de las capas geológicas arcaicas, y ahora, porque a ellas no puede volver, condenado eternamente a tener ante sus ojos la tierra, su único paraíso posible y para siempre perdido. Atrás, en el mismo campo donde los jinetes ejecutan su última pirueta, un hombre se aleja, volviendo aún la cabeza hacia este lado.

Lleva en la mano izquierda un cubo, y una caña en la mano derecha. En el extremo de la caña debe de haber una esponja, es difícil verlo desde aquí, y el cubo, casi apostaríamos, contiene agua con vinagre. Este hombre, un día, y
después para siempre, será víctima de una calumnia, la de, por malicia o por escarnio, haberle dado vinagre a Jesús cuando él pidió agua, aunque lo cierto es que le dio la mixtura que lleva, vinagre y agua, refresco de los más
soberanos para matar la sed, como en su tiempo se sabía y practicaba. Se va, pues, no se queda hasta el final, hizo lo que podía para aliviar la sequedad mortal de los tres condenados, y no hizo diferencia entre Jesús y los Ladrones,
por la simple razón de que todo esto son cosas de la tierra, que van a quedar en la tierra, y de ellas se hace la única historia posible.




Saramago, religiosamente ateo, en su exposición demuestra una ética loable y deja entrever una suerte de filosofía de las creencias, enérgicamente recomendado, imperdible.


Otros libros recomendados de Saramago: Memorial del Convento, Ensayo sobre la ceguera, La Balsa de Piedra, Casi un Objeto (cuentos), Viaje a Portugal.

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 16:04
.:: Lecturas, una crítica ::.  
Como en la música que tiene varios géneros (Rock, Bolero, Cha cha cha, cumbia, new age, salsa, merengue, tango, clásica, samba, flamenco, blues, jazz, etc., etc. y etc.), en el cine, la pintura y la literatura y todas las artes ocurre exactamente lo mismo. Quizá deberíamos encuadrar los libros antes de criticarlos, así como no podríamos decir que la 5° sinfonía de Beethoven es más bonita que Sultans of Swing de Dire Straits. Cada una en su género hace su parte, ahora sí, podríamos discutir si para nosotros es mejor Beethoven o Bach, y aún así estaríamos pecando ya que en cierto punto del arte ya no hay mejores ni peores, sino que la potestad es exclusiva del gusto personal. En ese punto, sí nos resultaría más fácil decir si es mejor tocando la guitarra Mark Knopfler que Paul Mc Cartney ya que se encuadran dentro del mismo género popular y las diferencias son fácilmente audibles.

En la literatura, como bien sabemos, también existen varios géneros (inclusive muchos de ellos llamados igual que en la música o en otras artes), por ejemplo, en la literatura de entretenimiento podemos encontrar a John Grisham, Perez-Reverte, Stephen King, Morris West, Sydney Sheldon y, entre muchísimos etcéteras, hasta el mismo autor del Código Da Vinci (no me maten, no me acuerdo el nombre). Este tipo de lectura está destinada únicamente, a entretener, a pasar el tiempo, como cuando alquilamos en el video club una película de Silvester Stallone. A mí, paradójicamente, la lectura de entretenimiento (excepto algunos libros de S. King que leí cuando era adolescente como “Cementerio de Animales” o “Maleficio”) me aburre (de hecho el “Da Vinci” quedó por la mitad, no me dio el cuero para terminarlo, me aburrió intempestivamente y me pareció un filme de entretenimiento escrito, para eso preferiría las películas de Stallone ya que no me hacen perder más de una hora y media o dos a lo sumo).

Después está la literatura new age y la de autoayuda que está muy emparentadas, que están destinadas a dar ánimo a las personas que precisan de este tipo de impulso mentiroso (porque si es autoayuda por qué precisan del libro?) porque están deprimidas o porque tienen algún conflicto en el que no encuentran la salida, estos libros ofrecen fórmulas y soluciones mágicas como si la vida fuera tan simple como resolverse con un conjunto de frases hechas o fórmulas, hasta inclusive muchos de sus párrafos resultan harto infantiles y pareciera que están subestimando al lector (de hecho es muy efectivo, el pasquín ridículo "Quién se ha llevado mi queso" fue best seller durante meses), dentro de este conjunto también tenemos a Bucay (otro Mago de la vida que escribe cuentitos aleccionadores como si el lector tuviera cinco años y fuera retrasado mental), a Paulo Coelho, también al tal que escribió la del queso (creo que tiene veinte páginas en total, sin el engaño ese de tamaño de fuente quince con doble espacio) que como ganó millonadas sacó la versión dos, como hacen todos, por ejemplo "novena revelación" (ya va por la undécima, y en cuanto siga vendiendo hasta la centésima no para, claro, yo haría lo mismo), "el vendedor más grande del mundo", o “Piense y hágase rico” (yo creo que el verdadero título secreto del autor sería “Piense en comprar este libro y hágame rico”) etc., etc., etc.

No voy a comentar todos los géneros literarios, pero sí me gustaría dejar en claro que desde mi exclusivo punto de vista, el libro que yo elija para leer me tiene que dejar algo, el autor tiene que causarme admiración como artista a través de sus palabras, sino, para mí, es tiempo perdido (si para otro no es así, me parece estupendo, estoy hablando de mí).

Me gustaría que aquellos que opinan distinto, en vez de salir a agraviar mi opinión con adjetivos calificativos, que expongan sus argumentos como yo lo hice, quizá hasta todos aprendamos algo de eso, es muy fácil asumir un papel de víctima e insultar debajo de esa piel, pero lamentablemente eso no nos ofrece ningún aprendizaje, sólo el mal momento que significaría. Si el libro de cabecera de alguien que lee este blog es el del queso, bárbaro, que nos convenza que es bueno a través de su merecida crítica.

# escrito por drádego @ 13:28


Vine para quedarme.

Después de muchas idas y vueltas, de tantas peticiones defenestradas, me decidí, aquí está nuestro blog, no les prometo un mar de rosas pero tampoco una corona de espinas, sólo la incerteza de nada, bienvenidos los que vengan a acompañarme.

[¿Mail?]

# escrito por drádego @ 09:00
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