También le sorprendió que el poemario premiado no era el que él creía que había mandado al Loewe. Gracia tenía dos libros inéditos ('Desolaciones' y 'Devastaciones, sueños') y su intención fue la de enviar el primero a esta convocatoria, según cuenta.
Pero cambió de opinión y cuando lo llamaron de la Fundación para decirle que había ganado, se dio cuenta de que el premio lo había merecido el libro que en principio había desechado.
Desde el punto de vista de lo que ocurrió, como van a poder ver, esta "exposición de una equivocación" resultaría en una aclaración "amortiguador" a lo que el poeta ya sabía que venía.
Tanto lo sabía que ante la certeza de que el premio Loewe resultaría suyo, llamó a los organizadores del concurso en el que ya había ganado un premio con ese poemario (las bases de todo concurso literario instan a que las obras presentadas no esté participando en ningún concurso paralelo, y por consecuencia, que no haya ganado otro) e intentó renunciar. ¿Por qué? Será porque el premio José Espronceda, que ya era suyo, le redituaba 6000 euros contra los 16500 del Loewe.
Dicen de su obra que es "un poemario de tono meditativo en el que el autor expresa su lucha contra las sombras y su persecución de la claridad".
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