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jueves, noviembre 11, 2004
.:: Del artista ::.  
A partir de un interesante debate que se generó en la casa de la señora (o señorita) Vignoli, llegaron a mi cabeza un cúmulo de ideas acerca del arte, que si bien ya había procesado a lo largo de mi humilde experiencia, jamás las había expuesto ni jamás me había planteado la posibilidad de hacerlo.

Me gustan estas exposiciones, me ayudan a pensar y a intercambiar conceptos con librepensadores (sino es hoy, será mañana, o pasado, una vez hecha, está perpetuada), la falta de ellas va de la mano con la falta de tiempo, contrariedad que será subsanada en ese mismo momento que gane lo suficiente en la quiniela, lo que podría acontecer en cualquier momento o nunca, pero con la condición de que juegue, actividad que jamás he hecho.

***

La persona que expone ideas, en realidad está utilizando un pretexto para pensar en esas ideas, supongo (disculpen el eufemismo, estoy absolutamente convencido) que no existe una idea formada e hilada por completo antes que esté, de alguna manera, escrita.

¿Qué es un artista? El arte es la expresión más alta del ego que se traduce en: quiero ser inmortal.

El hombre no se resigna a morir, y como ningún otro animal, carga en sus costas la certeza de que es finito, de que su existencia tiene un quiebre ineludible.

El hombre alaba lo que no entiende, lo que no tiene explicación, como por ejemplo en la historia antigua, el sol, la luna, la lluvia y el viento. Hoy si vemos a alguien alabando al sol, lo tildaremos de primitivo, cualquier niño en su primer uso de razón se entera de que el sol es un astro en el que está basado nuestro sistema planetario, aún sin poder raciocinarlo completamente. Lo que también sabe, es que no es ningún Dios.

No puede soltarse a la libertad a un pájaro acostumbrado al cautiverio, moriría sin remedio ya que jamás habría aprendido a ser autosuficiente como para conseguir su propio alimento y desenvolverse dentro de las reglas de la naturaleza.

La tradición judeo-cristiana (de acuerdo con el Éxodo, en el Antiguo Testamento) nace con Moisés al mando de la huida (tras la caída del faraón monoteísta Akenatón¹) de los esclavos en egipto, más tarde los fundadores del judaísmo tal como hoy se conoce. Lo que propulsó esta huida fue el advenimiento del politeísmo en egipto (Atón = monoteísmo, Amón = Politeísmo, un ejemplo conocido de faraón politeísta: TutankAmón). La guerra religiosa monoteísmo-politeísmo, como toda guerra religiosa (la mayoría de las guerras son y fueron "santas"), estuvo manchada de sangre y Akenatón fue asesinado. Fue la oportunidad de los esclavos, quienes más se aferraban a la religión (volvemos al sentido de la vida, más en la esclavitud) que se les había enseñado, para escapar con Moisés al frente.

Un pájaro en cautiverio no sobrevive en libertad. Un hombre que sale del cautiverio, aún poseyendo la razón, es poco gobernable. Un ejemplo claro fue la abolición de la esclavitud (que no fue para "liberar a los negros porque son seres humanos y merecen ser libres", sino que fue fruto del advenimiento de la revolución industrial, a través de la cual, era más barato y menos preocupante para el terrateniente usar máquinas que mantener esclavos, no sólo por la alimentación, también por las enfermedades, el rendimiento, la rebeldía. Tanto fue así que luego de que se abolió la esclavitud, los negros sin tener cómo desarrollarse dentro de lo social, comenzaron a trabajar en los mismos lugares de los que fueron "libertados", pero por salarios miserables que no cubrían sus necesidades mínimas para la supervivencia, y ese régimen continúa hasta nuestros días, en pleno siglo XXI).

Moisés tenía que contener a los nuevos nómades, y usó, como usaban también los viejos filósofos, lo que yo llamo "el argumento del tercero". Digo los viejos filósofos porque tengo serias dudas de la existencia de Sócrates, la mayéutica nace con Platón.

No sólo Platón lo utilizó como interlocutor, sino también Jenofonte y Aristófanes. Para dar credibilidad a lo que se dice, es una práctica habitual el citar a terceros que merecerían algunos votos más de confianza (y algunos pasos más de distancia por no pertenecer a lo cotidano, lo que paradójicamente alimenta esa confianza) que nuestras palabras. "No lo digo yo, lo dijo Sócrates en su diálogo con Anaxágoras".

"No lo digo yo, lo dice YHVH" (se pronuncia Yahvé, sabemos que en hebreo no existen las vocales). Lo dice Edonai (El Señor, de la conjunción de YHVH y Edonai -consonantes de uno y vocales del otro-, nacé Jehová, una palabra inventada en la edad media). Yahvé significa "soy el que soy". Entiéndase "Soy el que -realmente- soy, el resto no es". La primera base judeo-cristiana del monoteísmo y contra el politeísmo.

El "argumento del tercero" que bien sirvió a Moisés para contener a las fieras fueron los mandamientos y los mandatos de Yahvé, una forma de organizarse, de dictar las primeras leyes de una sociedad que más tarde desembocaría dentro del concepto de "occidental y cristiana".

Los mandamientos (católicos) que hoy conocemos, están adaptados, los bíblicos (traducción de Cipriano de Valera, revisión 1962, extraídos de la Biblia on Line) son estos:

1Y habló Dios todas estas palabras, diciendo: 2Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.

3No tendrás dioses ajenos delante de mí.

4No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. 5No te inclinarás a ellas, ni las honrarás;a [a a 20.4–5: Ex. 34.17; Lv. 19.4; 26.1; Dt. 4.15–18; 27.15.] porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen, 6y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.b [b b 20.5–6: Ex. 34.6–7; Nm. 14.18; Dt. 7.9–10.]

7No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano;c [c c 20.7: Lv. 19.12.] porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.

8Acuérdate del día de reposo* [* Aquí equivale a sábado. ] para santificarlo.d [d d 20.8: Ex. 16.23–30; 31.12–14.] 9Seis días trabajarás, y harás toda tu obra; 10mas el séptimo día es reposo* [* Aquí equivale a sábado. ] para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna,e [e e 20.9–10: Ex. 23.12; 31.15; 34.21; 35.2; Lv. 23.3.] tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas. 11Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo* [* Aquí equivale a sábado. ] y lo santificó.f [f f 20.11: Gn. 2.1–3; Ex. 31.17.]

12Honra a tu padre y a tu madre,g [g g 20.12: Dt. 27.16; Mt. 15.4; 19.19; Mr. 7.10; 10.19; Lc. 18.20; Ef. 6.2.] para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.h [h h 20.12: Ef. 6.3.]

13No matarás.i [i i 20.13: Gn. 9.6; Lv. 24.17; Mt. 5.21; 19.18; Mr. 10.19; Lc. 18.20; Ro. 13.9; Stg. 2.11.]

14No cometerás adulterio.j [j j 20.14: Lv. 20.10; Mt. 5.27; 19.18; Mr. 10.19; Lc. 18.20; Ro. 13.9; Stg. 2.11.]

15No hurtarás.k [k k 20.15: Lv. 19.11; Mt. 19.18; Mr. 10.19; Lc. 18.20; Ro. 13.9.]

16No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.l [l l 20.16: Ex. 23.1; Mt. 19.18; Mr. 10.19; Lc. 18.20; Ro. 13.9.]

17No codiciarásm [m m 20.17: Ro. 7.7; 13.9.] la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.


Pueden percibir sin grandes esfuerzos que los mandamientos son leyes para conservar el orden dentro de un grupo de personas que acaban de salir de la esclavitud, pero que no reniegan de ella.

Sigue:

18Todo el pueblo observaba el estruendo y los relámpagos, y el sonido de la bocina, y el monte que humeaba; y viéndolo el pueblo, temblaron, y se pusieron de lejos. 19Y dijeron a Moisés: Habla tú con nosotros, y nosotros oiremos; pero no hable Dios con nosotros, para que no muramos.n [n n 20.18–19: He. 12.18–19.] 20Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; porque para probaros vino Dios, y para que su temor esté delante de vosotros, para que no pequéis.

21Entonces el pueblo estuvo a lo lejos, y Moisés se acercó a la oscuridad en la cual estaba Dios. 22Y Jehová dijo a Moisés: Así dirás a los hijos de Israel: Vosotros habéis visto que he hablado desde el cielo con vosotros. 23No hagáis conmigo dioses de plata, ni dioses de oro os haréis. 24Altar de tierra harás para mí, y sacrificarás sobre él tus holocaustos y tus ofrendas de paz, tus ovejas y tus vacas; en todo lugar donde yo hiciere que esté la memoria de mi nombre, vendré a ti y te bendeciré. 25Y si me hicieres altar de piedras, no las labres de cantería;o [o o 20.25: Dt. 27.5–7; Jos. 8.31.] porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás. 26No subirás por gradas a mi altar, para que tu desnudez no se descubra junto a él.


Aquí se expone claramente que el dios jamás habló con el pueblo fugitivo sino que el verdadero "interlocutor" era Moisés. Describe algunas manifestaciones naturales como podría haber sido una tormenta o un volcán en erupción, accidentes que hoy en día se producen sin producir ninguna creencia extra que la propia acción de la naturaleza.


Veamos los mandatos para reforzar la idea:

Leyes sobre los esclavos
(Dt. 15.12–18)

21

1Estas son las leyes que les propondrás. 2Si comprares siervo hebreo, seis años servirá; mas al séptimo saldrá libre, de balde. 3Si entró solo, solo saldrá; si tenía mujer, saldrá él y su mujer con él. 4Si su amo le hubiere dado mujer, y ella le diere hijos o hijas, la mujer y sus hijos serán de su amo, y él saldrá solo. 5Y si el siervo dijere: Yo amo a mi señor, a mi mujer y a mis hijos, no saldré libre; 6entonces su amo lo llevará ante los jueces, y le hará estar junto a la puerta o al poste; y su amo le horadará la oreja con lesna, y será su siervo para siempre.a [a a 21.2–6: Lv. 25.39–46.] 7Y cuando alguno vendiere su hija por sierva, no saldrá ella como suelen salir los siervos. 8Si no agradare a su señor, por lo cual no la tomó por esposa, se le permitirá que se rescate, y no la podrá vender a pueblo extraño cuando la desechare. 9Mas si la hubiere desposado con su hijo, hará con ella según la costumbre de las hijas. 10Si tomare para él otra mujer, no disminuirá su alimento, ni su vestido, ni el deber conyugal. 11Y si ninguna de estas tres cosas hiciere, ella saldrá de gracia, sin dinero.


Leyes sobre actos de violencia


12El que hiriere a alguno, haciéndole así morir, él morirá.b [b b 21.12: Lv. 24.17.] 13Mas el que no pretendía herirlo, sino que Dios lo puso en sus manos, entonces yo te señalaré lugar al cual ha de huir.c [c c 21.13: Nm. 35.10–34; Dt. 19.1–13; Jos. 20.1–9.] 14Pero si alguno se ensoberbeciere contra su prójimo y lo matare con alevosía, de mi altar lo quitarás para que muera.

15El que hiriere a su padre o a su madre, morirá.

16Asimismo el que robare una persona y la vendiere, o si fuere hallada en sus manos, morirá.d [d d 21.16: Dt. 24.7.] 17Igualmente el que maldijere a su padre o a su madre, morirá.e [e e 21.17: Lv. 20.9; Mt. 15.4; Mr. 7.10.]

18Además, si algunos riñeren, y uno hiriere a su prójimo con piedra o con el puño, y éste no muriere, pero cayere en cama; 19si se levantare y anduviere fuera sobre su báculo, entonces será absuelto el que lo hirió; solamente le satisfará por lo que estuvo sin trabajar, y hará que le curen.

20Y si alguno hiriere a su siervo o a su sierva con palo, y muriere bajo su mano, será castigado; 21mas si sobreviviere por un día o dos, no será castigado, porque es de su propiedad.

22Si algunos riñeren, e hirieren a mujer embarazada, y ésta abortare, pero sin haber muerte, serán penados conforme a lo que les impusiere el marido de la mujer y juzgaren los jueces. 23Mas si hubiere muerte, entonces pagarás vida por vida, 24ojo por ojo, diente por diente,f [f f 21.24: Lv. 24.19–20; Dt. 19.21; Mt. 5.38.] mano por mano, pie por pie, 25quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe.


Leyes sobre responsabilidades de amos y dueños


26Si alguno hiriere el ojo de su siervo, o el ojo de su sierva, y lo dañare, le dará libertad por razón de su ojo. 27Y si hiciere saltar un diente de su siervo, o un diente de su sierva, por su diente le dejará ir libre.

28Si un buey acorneare a hombre o a mujer, y a causa de ello muriere, el buey será apedreado, y no será comida su carne; mas el dueño del buey será absuelto. 29Pero si el buey fuere acorneador desde tiempo atrás, y a su dueño se le hubiere notificado, y no lo hubiere guardado, y matare a hombre o mujer, el buey será apedreado, y también morirá su dueño. 30Si le fuere impuesto precio de rescate, entonces dará por el rescate de su persona cuanto le fuere impuesto. 31Haya acorneado a hijo, o haya acorneado a hija, conforme a este juicio se hará con él. 32Si el buey acorneare a un siervo o a una sierva, pagará su dueño treinta siclos de plata, y el buey será apedreado.

33Y si alguno abriere un pozo, o cavare cisterna, y no la cubriere, y cayere allí buey o asno, 34el dueño de la cisterna pagará el daño, resarciendo a su dueño, y lo que fue muerto será suyo.

35Y si el buey de alguno hiriere al buey de su prójimo de modo que muriere, entonces venderán el buey vivo y partirán el dinero de él, y también partirán el buey muerto. 36Mas si era notorio que el buey era acorneador desde tiempo atrás, y su dueño no lo hubiere guardado, pagará buey por buey, y el buey muerto será suyo.

Leyes sobre la restitución

22

1Cuando alguno hurtare buey u oveja, y lo degollare o vendiere, por aquel buey pagará cinco bueyes, y por aquella oveja cuatro ovejas.

2Si el ladrón fuere hallado forzando una casa, y fuere herido y muriere, el que lo hirió no será culpado de su muerte. 3Pero si fuere de día, el autor de la muerte será reo de homicidio. El ladrón hará completa restitución; si no tuviere con qué, será vendido por su hurto. 4Si fuere hallado con el hurto en la mano, vivo, sea buey o asno u oveja, pagará el doble.

5Si alguno hiciere pastar en campo o viña, y metiere su bestia en campo de otro, de lo mejor de su campo y de lo mejor de su viña pagará.

6Cuando se prendiere fuego, y al quemar espinos quemare mieses amontonadas o en pie, o campo, el que encendió el fuego pagará lo quemado.

7Cuando alguno diere a su prójimo plata o alhajas a guardar, y fuere hurtado de la casa de aquel hombre, si el ladrón fuere hallado, pagará el doble. 8Si el ladrón no fuere hallado, entonces el dueño de la casa será presentado a los jueces, para que se vea si ha metido su mano en los bienes de su prójimo.

9En toda clase de fraude, sobre buey, sobre asno, sobre oveja, sobre vestido, sobre toda cosa perdida, cuando alguno dijere: Esto es mío, la causa de ambos vendrá delante de los jueces; y el que los jueces condenaren, pagará el doble a su prójimo.

10Si alguno hubiere dado a su prójimo asno, o buey, u oveja, o cualquier otro animal a guardar, y éste muriere o fuere estropeado, o fuere llevado sin verlo nadie; 11juramento de Jehová habrá entre ambos, de que no metió su mano a los bienes de su prójimo; y su dueño lo aceptará, y el otro no pagará. 12Mas si le hubiere sido hurtado, resarcirá a su dueño. 13Y si le hubiere sido arrebatado por fiera, le traerá testimonio, y no pagará lo arrebatado.

14Pero si alguno hubiere tomado prestada bestia de su prójimo, y fuere estropeada o muerta, estando ausente su dueño, deberá pagarla. 15Si el dueño estaba presente no la pagará. Si era alquilada, reciba el dueño el alquiler.


Leyes humanitarias


16Si alguno engañare a una doncella que no fuere desposada, y durmiere con ella, deberá dotarla y tomarla por mujer. 17Si su padre no quisiere dársela, él le pesará plata conforme a la dote de las vírgenes.a [a a 22.16–17: Dt. 22.28–29.]

18A la hechicerab [b b 22.18: Dt. 18.10–11.] no dejarás que viva.

19Cualquiera que cohabitare con bestia, morirá.c [c c 22.19: Lv. 18.23; 20.15–16; Dt. 27.21.]

20El que ofreciere sacrificio a dioses excepto solamente a Jehová, será muerto.d [d d 22.20: Dt. 17.2–7.]

21Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto. 22A ninguna viuda ni huérfano afligiréis.e [e e 22.21–22: Ex. 23.9; Lv. 19.33–34; Dt. 24.17–18; 27.19.] 23Porque si tú llegas a afligirles, y ellos clamaren a mí, ciertamente oiré yo su clamor; 24y mi furor se encenderá, y os mataré a espada, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.

25Cuando prestares dinero a uno de mi pueblo, al pobre que está contigo, no te portarás con él como logrero, ni le impondrás usura.f [f f 22.25: Lv. 25.35–38; Dt. 15.7–11; 23.19–20.] 26Si tomares en prenda el vestido de tu prójimo, a la puesta del sol se lo devolverás. 27Porque sólo eso es su cubierta, es su vestido para cubrir su cuerpo. ¿En qué dormirá? Y cuando él clamare a mí, yo le oiré, porque soy misericordioso.g [g g 22.26–27: Dt. 24.10–13.]

28No injuriarás a los jueces,12 [12 O, a Dios. ] ni maldecirás al príncipe de tu pueblo.h [h h 22.28: Hch. 23.5.]

29No demorarás la primicia de tu cosecha ni de tu lagar.

Me darás el primogénito de tus hijos.30Lo mismo harás con el de tu buey y de tu oveja; siete días estará con su madre, y al octavo día me lo darás.

31Y me seréis varones santos. No comeréis carne destrozada por las fierasi [i i 22.31: Lv. 17.15.] en el campo; a los perros la echaréis.

23

1No admitirás falso rumor.a [a a 23.1: Ex. 20.16; Lv. 19.11–12; Dt. 5.20.] No te concertarás con el impío para ser testigo falso. 2No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios; 3ni al pobre distinguirás en su causa.b [b b 23.3: Lv. 19.15.]

4Si encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. 5Si vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo.c [c c 23.4–5: Dt. 22.1–4.]

6No pervertirás el derecho de tu mendigo en su pleito. 7De palabra de mentira te alejarás, y no matarás al inocente y justo; porque yo no justificaré al impío. 8No recibirás presente; porque el presente ciega a los que ven, y pervierte las palabras de los justos.d [d d 23.6–8: Lv. 19.15; Dt. 16.19.]

9Y no angustiarás al extranjero; porque vosotros sabéis cómo es el alma del extranjero, ya que extranjeros fuisteis en la tierra de Egipto.e [e e 23.9: Ex. 22.21; Lv. 19.33–34; Dt. 24.17–18; 27.19.]

10Seis años sembrarás tu tierra, y recogerás su cosecha; 11mas el séptimo año la dejarás libre, para que coman los pobres de tu pueblo; y de lo que quedare comerán las bestias del campo; así harás con tu viña y con tu olivar.f [f f 23.10–11: Lv. 25.1–7.]

12Seis días trabajarás, y al séptimo día reposarás,g [g g 23.12: Ex. 20.9–11; 31.15; 34.21; 35.2; Lv. 23.3; Dt. 5.13–14.] para que descanse tu buey y tu asno, y tome refrigerio el hijo de tu sierva, y el extranjero. 13Y todo lo que os he dicho, guardadlo. Y nombre de otros dioses no mentaréis, ni se oirá de vuestra boca.


No comentaré demasiado sobre estos textos ya que hablan por sí solos, de acuerdo con Moisés estos mandatos fueron dichos por aquel Dios; los humanitarios son los más vistosos. Lo que queda claro es el objetivo que tenían estas leyes de Dios, contener a los nuevos hombres libres dentro de un argumento divino para obtener su aprobación.

Uds. se preguntarán: ¿Qué tiene que ver esto con "Del Artista"? La seguimos mañana.





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# escrito por drádego @ 22:48
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