Quizá las editoriales tendrían que rever su política y pensar en alguna forma de que los libros sean accesibles para todo el mundo y no sólo para la clase con alto poder adquisitivo.
Mientras tanto, los drakes son más que bienvenidos, un país sin cultura está condenado a ser dominado, como lo está casi toda América Latina donde la mayoría de sus habitantes no tiene acceso ni al estudio ni a la lectura.
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Lo quieren excomulgar de la Iglesia Católica, los neoconservadores lo odian, militó en el pacifismo y estuvo contra la guerra de Vietnam, ¿quién es, Charles Bukowski? No, Kerry.
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