Parece que esta parte de la blogósfera está un poco movida y, aunque quiera, no puedo concentrarme en el fin que me reúne con este espacio, simple limitación propia.
Lamentablemente el clima de la blogósfera lo hacemos entre todos, a pesar de que un blog pertenece a un individuo o a un grupo que escribe en común a través del mismo espacio, no podemos pasar desapercibidos ante el malestar y las guerras entre unos y otros, somos sin quererlo una "comunidad" en donde si hay algo que molesta, nos afecta a todos. O si prefieren que no generalice: por lo menos a mí, me afecta, me incomoda, me inquieta, me hincha las pelotas.
Lo que quizá nunca nadie entendió es que este servidor no toma partido por nadie en particular, tiene esa pésima (maldita) costumbre de meterse en el lugar donde cree que hubo una injusticia, y actúa en consecuencia expresando o defendiendo, sea el caso, al que cree que lleva la razón, posición subjetiva por cierto, subjetiva como cualquiera de nosotros mismos.
Hay gente venenosa en este medio, en cualquier medio en realidad, y si hay alguna cosa que saca de juicio a este blogger, son aquellas actitudes que son hechas con esa maldad hiriente que tienen el único objetivo de avergonzar o humillar.
Ni siquiera los demonios humillan, los demonios tienen una maldad creativa, exquisita, ellos tientan, jamás avergüenzan.
Apareció hace un tiempo, cuando reinaba la calma y la cotidianeidad blogueril, un comentario malicioso que no tenía otro sentido que insultar, humillar y rebajar, un comentario venenoso, de bicho rastrero, que fue el que originó el comienzo del fin de la paz en estos espacios. Y no se contentó, ahora vino por más.
Ese primer comentario fue puesto en un lugar clave, en un lugar donde se sabe que el titular de ese espacio no se calla, quizá si hubiere sido aquí mismo en S&D pasaba desapercibido, no hubiere obtenido una respuesta diferente a la que tuvo en el mismo grupo de comentarios y la vida seguía su rumbo, tan normal y tranquila como siempre.
A partir de ahí, como este servidor ya aclaró, él "no tiene ganas de perder tiempo con vacuidades, tiene muchas cosas pendientes que conllevan una importancia mucho mayor que riñas de gallo", y no tomó partido de lo que siguió, las reacciones que se suscitaron están fuera del esquema de poco espectro que este servidor tiene en su cabeza, no concuerda en absoluto, no es su lucha ni su manera, no merece que nadie ponga en su boca una palabra que no dijo, no tiene elementos para acusar públicamente a nadie de nada (aunque ya comenzó a aborrecer a todos aquellos que se escudan en el anonimato para vituperar de forma venenosa, ESO es cobardía), y ya está con bastante edad como para entrar en discusiones que no lo representan.
Y expone esto de forma pública y visible para ver quién puede contradecirlo.
El resto, es pura imaginación de quien haya imaginado algo distinto.
Expongo esto, hago estas aclaraciones, porque tengo ganas de seguir blogueando tranquilo, y porque me gustaría que la blogósfera vuelva a su habitual calma y que todos blogueen tranquilos, que los involucrados dejen el orgullo de lado un rato, que ese orgullo no tiene nada de benéfico, ni para ellos ni para nadie, que se ignoren, hagan un esfuerzo (de ilusiones dicen que se vive).
Alguna vez dije que tenía muy poca paciencia, creo que estoy asombrándome a mí mismo (es bueno ponerse a prueba a veces) al percibir hasta dónde estoy llegando con ella.
Ahora sí, hasta más tarde con el único tema que me compete en esta parte del cyberespacio.
[¿e-mail al autor?]
# escrito
por drádego @ 13:35 |
Santos y demonios está ahora en http://www.santosydemonios.com.ar
