Te esperamos.
Lo peor de todo es que a veces, uno no se va por nada. Quiero decir; no siempre existe una intencionalidad al partir. En Argentina, quizá a diferencia de otros lugares, no existe respuesta a esa duda, porque no existe la duda misma; uno sabe que quien se va, lo hace porque no puede quedarse.
Para la mayoría, tener una promesa es mejor a no tener ninguna. Argentina, es un país que promete poco, eso es cierto. La gente, llena los aviones buscando una vida que imaginan pero, eso no es todo, eso no puede ser todo.
Alguna vez un holandés me contaba que él sólo estaba dispuesto a radicarse an algún país que no tuviera nativos, quería ser cosmopolita, universal, quería ser aceptado como un paria moderno. Yo solía responderle que la única condición necesaria para ser un paria, era no tener país, ninguno, ser un desterrado. Ser expulsado.
Holanda no expulsa a nadie, creo, Argentina si.
No sé hasta que punto todos quienes viven en países lejanos al suyo se sienten expulsados, lo que sé es que no todos, sueñan con el regreso. Algunos, se prefieren lejos, otros se enamoran del sitio donde los enterró el destino.
El que se mueve, está vivo. Está vivo y está buscando.
A veces, no se busca nada. A veces, sólo se viaja. Daniel Massei
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por drádego @ 20:29 |